martes, 25 de julio de 2017

AnK - Volumen 5, Epílogo

Más temprano en Guardián.
“Esto—algo como esto—no puede ser” Kirie escuchó a un abatido Manon murmurar. “No puede ser cierto” su voz era ronca. “¡NO!”
Pero después su garganta se contrajo, ocasionando que sus chillidos se hicieran más agudos. “¡Eso no!” aulló en un falsetto repentino. “¡Esto no puede ser! ¡Mentira! ¡Es mentira!” sus rígidos y espasmódicos alaridos se quebraron.
Y después un fuerte sonido de un cristal quebrándose cuando uno de los cilindros estalló.
Eso también había sido culpa de Manon, quien de alguna manera se había hecho con el fragmento metálico de una silla y la había blandido contra el cristal, enviando a volar fragmentos en todas direcciones. Los fluidos orgánicos se derramaron en un torrente, las múltiples mangueras y redes quedaron colgando. Una cabeza humana rebotó contra el piso, aplastando su expuesto tronco encefálico.
Manon y Kirie observaron hasta que los hinchados y enrojecidos ojos que los observaba de vuelta dejaron de moverse. No podían apartar la vista, como si aquel punto poseyera un poder magnético sobre ellos. Observaron. Y observaron.
Y entonces, Manon comenzó a reírse. Un grito deformado por la demencia escapó de su garganta en lo que su bota descendía hasta estamparse contra su cara, aplastando esos ojos frenéticos como un par de huevos crudos.
Un enfermizo, y repetitivo golpe sordo.
Las piernas de Kirie cedieron bajo su peso. Colapsó en el piso mientras Manon seguía. Su risa histérica no se detenía.
Kirie vomitó y se alejó a rastras, jadeando. Sus extremidades adormecidas buscaron asirse de algo. Estaba metido en un charco de vómito, retorciéndose como un gusano.

Perdido en las sombras. No había diferencia entre el día y la noche. Aferrándose a las paredes y abrazándose a la tierra, conteniendo el aliento. Cada paso desencadenaba en él el pánico.
Pero su miedo más grande no era el hambre, la sed o las convulsiones que sacudían sus manos y pies. No, era quedarse dormido, solo, y perder el control de sus sentidos.
Se dormía un solo segundo y sentía esos desagradables tentáculos alcanzarlo desde la tranquila quietud. Desde ese mundo silencioso y fantasmagórico del que provenían esas criaturas grotescas.
Los cristales rotos. Las alarmas resonando. La risa aguda y enloquecida de Manon—
Quería sacarlo todo de su memoria, pero no podía olvidarlo. La pesadilla anidó dentro de su cerebro para quedarse.
Después de su orden de captura, ¿llegaría alguna vez la noche en que pudiera recostar la cabeza, descansar y dormir?
Tenía los pelos de punta. Su sangre rugía en sus oídos.
Lo que acababa de ver era demasiado para que pudiera soportarlo. Pero al intentar poner en palabras aquellas imágenes, sintió ganas de vomitar. Su lengua se hizo pesada dentro de su boca.

Con torpeza arrastró su cuerpo hasta el armario de Riki. Arrancó toda la ropa de Riki de los ganchos e hizo una cama en el suelo. Se recostó y se enroscó para protegerse. Kirie metió la cabeza en el montículo de ropas ajenas y cerró los ojos lentamente con la esencia de Riki envolviéndolo.

5 comentarios:

  1. gracias por los capítulos!!! esto se pone cada vez mejor :)

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  2. GRACIAS POR EL CAPITULO !!
    te adoro >u< te mereces un altar por el esfuerzo :3

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    1. Muchas gracias por ser tsn paciente y leer, me llena de ilusión

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  3. Muchas gracias por tu actualización, por favor sigue traduciendo :3

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